viernes, 31 de agosto de 2012

Día 24: On the road

31 de agosto de 2.012

El Chevrolet Impala nos está dando muy buen resultado. Menos mal que nos lo dieron en lugar del Ford.


Hoy ha sido un día de carretera, por lo que no hay mucho que contar.


Hemos desayunado en un McDonalds. Estos de McDonalds, deberían olvidarse de dar desayunos y seguir con lo de siempre, porque esto que dan, es una auténtica porquería. No tiene nada que ver con los desayunos del Denny´s o el iHop.


Estos días hemos visto a mucha gente que remolca su propio coche accidentado. Basta con poner un aviso detrás, poniendo que está siendo remolcado.


Hemos pasado fugazmente por el estado de Maryland.


Aquí, bautizan a las carreteras en modo de homenaje a alguien: "Trooper Charles highway" "Official Police Peter" etc. En este caso, esta carretera recibe el nombre en honor a los veteranos de Maryland.


Hemos pasado por West Virginia, un estado que no sabía ni que existía.



Este vaso de refresco es de 2 litros por lo menos.



Tras hacer la mayor parte del viaje atravesando Virginia, hemos llegado a Tennessee.



Un nuevo hotel; el Scottish Inns. la habitación está bien, pero fuera hay cada uno con unas pintas...


Hemos cenado en el Ruby Tuesday, mi restaurante favorito de Estados Unidos.


Montse por fin ha comido costillas.


Y como no eran de San Luis, yo he preferido Solomillo.

Día 23: Providence

30 de agosto de 2.012

El hotel de esta mañana, era muy sencillo, pero tenía hasta biblioteca.






Hoy hemos cruzado Rhode Isalnd, un estado muy pequeñito, y hemos aprovechado para visitar su capital, Providence.




Entrando en Providence.


La ciudad está muy bien situada. A medio camino entre Boston y Nueva York.



Lo primero que nos ha llamado la atención de esta ciudad es, que aunque el centro parecía un lugar elegante con majestuosos edificios, en la calle había más vagabundos que otro tipo de gente.






El único edificio que hemos visitado ha sido el del Capitolio del estado. Sin contar el edificio del centro comercial, claro.



Alrededor de la ciudad, se podían ver estos buenos chalets.










Tras las fotos a la entrada del Capitolio, nos dirigimos al policía de la entrada para preguntarle si podíamos visitar el Capitolio. El nos contestó, que debíamos visitarlo.


La verdad es que está muy bien, porque te dejan entrar al Capitolio tranquilamente, sin pagar, y encima te puedes mover por todas las dependencias a tu antojo.


En este edificio hay muchos objetos de valor histórico.




La biblioteca. No es como la de Washington, pero es bastante impresionante.




De repente nos encontramos con la Royal Charter o Carta Real de 1663. Es un decreto real firmado por el rey Carlos II de Inglaterra, en la que otorgaba reconocimiento real a la colonia de Rhode Island y a la plantación de Providence. Es uno de los documentos oficiales más antiguos que se conservan hoy en día.



La cámara del senado.




Montse en rueda de prensa.



La cámara del congreso.




Por la tarde proseguimos nuestro viaje y cruzamos el estado de Conneticut.


Había momentos que la carretera llegaba a tener 7 u 8 carriles.


El navegador nos ha jugado una mala pasada, y es que en lugar de meternos por la carretera de circunvalación, nos ha metido por una ciudad muy grande y llena de rascacielos.


Como es evidente, había mucho atasco, y cruzar la ciudad, nos ha llevado más de una hora, por lo que el viaje se nos ha hecho muy pesado.




El Skyline era muy bonito, aunque con la crisis, apagan la mayoría de los rascacielos por la noche, lo que le resta vistosidad.


Cuando por fin hemos logrado salir de esa ciudad, he probado una nueva guarrería con la que subir mis niveles de glucosa.


Así, hemos llegado a Pennsylvania.


Y hoy descansamos en otro Motel 6. Las sábanas no eran tan horteras como las del último.