Día 18: Holmes County

25 de agosto de 2.012

Hoy hemos ido al condado de Holmes, en Ohio, donde viven una de las mayores comunidades de Amish de los Estados Unidos.

Antes de eso, hemos pasado por la que parece ser una gran ciudad, llamada Columbus y de la que nunca habíamos oído hablar.

 La primera tienda de armas que veo desde que estamos aquí.

Señal que avisa que vayas con precaución porque puede haber coches de caballos de Amish en la carretera.

Nos encontramos el primer amish.

El primer pueblo que visitamos es Millesburg. La mayoria de los pueblos de Amish tienen nombre alemán porque los fundaron inmigrantes germanos. De hecho, los amish son descendientes de germanos o suizos de habla germana.

Es curioso, porque cuando los oíamos hablar entre ellos, hablaban una especie de dialecto de alemán. Montse me explicó que es alemán antiguo. El idioma que hablaban los pioneros amish.

Es chocante ver mezclado el transporte moderno con el transporte amish.

Fuimos a visitar una granja amish. Los amish crian su propio ganado y cultivan su propia fruta y verdura.

Los amish se niegan a adoptar las comodidades de la vida moderna. Aprovechan la extrañeza que causa esto en la sociedad en general para enseñar su modo de vida y, a ser posible, hacer un poco de negocio. En esta granja, todo estaba en venta, desde los animales, hasta los cucuruchos de pienso para alimentar a los animales.

Vendian estos cucuruchos para que alimentases a los animales con tus propias manos.

Los novillos imponían un poco.

La cabra parece muuuy agresiva.

Tenían montado un auténtico mercado.

Enormes calabazas, con las que fabrican deliciosos pasteles de calabaza.

Ropa tendida al estilo amish.

Tenían una casa museo estilo victoriona muy bonita.

Mujer amish en su día a día.

Mujer americana en moto al estilo titanic.

Otro de los pueblos que hemos visitado. Berlin, llamado así, porque uno de sus fundadores era un inmigrante berlinés.

Hemos visto muchos amish.

Este es el museo sobre la herencia amish y menonita.

Había una interesante colección de objetos amish, y explica un poco su cultura y sus raices.

Hemos ido a un restaurante amish llamado Der Dutchman. Comida amish, que es parecida a la comida alemana, ya que en la dieta también siguen conservando sus raices.

Mesa con vistas al valle.

Crispy chicken con puré de patata.

Fideos raros.

Yo comí una especie de jamón frito. Estaba bueno, pero al final dejaba un regustillo raro. Yo creo que como los amish matan las reses y las cocinan con sus propias manos, no lleva ningún control sanitario ni nada. Tenía sabor como a sangre fresca. Es posible que mataran al gorrino esa misma mañana.

Esto, no sé ni lo que es. Como la carta estaba escrita entre alemán e inglés, no me enteré muy bien de lo que pedí.

Después de comer continuamos camino. Este parque de atracciones acuático, estaba a pie de la carretera en medio de ninguna parte. Y estaba lleno de gente.

El sheriff, con el dedo en el gatillo por lo que pueda pasar.

Para evitar peajes, hemos ido atravesando pueblos, y hemos vistos casas muy curiosas. Lo increible de esta zona, es que hay casas por todos lados, en cualquier sitio. Los pueblos no se concentran en un lugar, sino que son kilómetros y kilómetros de terreno, con casas dispersas, sin ningún tipo de ordenación. Puedes ver una casa, durante 2 kilómetros, ver solo campo, luego ver dos o tres casas más, luego terreno vacio, y así todo el rato, durante cientos de kilómetros.

Cuanto más vamos al este, más muestras de patriotismo vemos.

Atravesamos el estado de Pennsylvania.

Llegamos al estado de Nueva York.

Hoy hemos dormido en un hotel en Ontario Center, un pueblo de Nueva York. Al principio, la impresión ha sido mala, ya que aquí, todos los edificios son de madera, y este en particular, olía muy mal, pero luego la habitación, aunque vieja, estaba muy bien.

Y bien cerraditos para nuestra propia seguridad, hemos dormido como lirones.