sábado, 25 de agosto de 2012

Día 17: San Louis - Englewood

24 de agosto de 2.012

Hoy hemos vuelto a madrugar para abandonar nuestro retiro en Branson. Partimos hacia Ohio. Como por el camino vamos a pasar por San Luis, hemos decidido parar a comer unas exquisitas 
costillas al estilo San Luis. San Luis es el lugar por excelencia de las costillas en Estados Unidos, por lo que no podemos dejar pasar esta inigualable ocasión para meternos unos costillares entre pecho y espalda.


Por el camino, pasamos por la silla más grande del mundo. No sé que hace ahí, ni por qué la construyeron, pero paramos para hacernos unas fotos.


Estamos pasando por otro tramo de la antigua ruta 66.




Llegamos a San Luis, y para abrir apetito y comernos las costillas con todas nuestras ganas, paramos a hacernos unas fotos con el arco de San Luis, el conocido como la puerta de entrada al oeste.


Aquí vuelve a hacer mucho calor.












Y esto es todo lo que hemos visto de San Luis. No podemos esperar para para probar nuestras costillas estilo San Luis. Hemos realizado una exhaustiva investigación para descubrir cual es el mejor lugar para tomar costillas en San Luis, y el ganador ha sido el Roper´s Ribs, en West Florissant Ave. Hemos leído que es el mejor restaurante de costillas de todo Misouri. Incluso, este mismo año ha recibido la distinción como mejor restaurante de la ciudad. Dudamos de si iremos vestidos correctamente, ya que suponemos que será un lugar muy distinguido. Hemos sido previsores y nos hemos descargado el menú de internet, por lo que hemos ido eligiendo por el camino los platos que íbamos a pedir y ya estábamos salivando.
En nuestro camino al Roper´s Ribs, tomamos la salida de la autopista. Estamos cada vez más cerca de nuestras preciadas costillas. Nuestro estómago ruge, porque ayer con la emoción de abrazar a Tony Roi, perdimos hasta el apetito, por lo que nos fuimos a la cama sin cenar. "Mejor así", pensamos, "así mañana pillamos las costillas con más ganas"
De repente entramos, en el que yo creo que debe ser el barrio más chungo de San Luis. Me vi en la película "La ley de la calle". Eran las típicas casas de madera roída, con el cesped del jardín seco. Algunas casas creo que tenían hasta agujeros de bala. Veo en la puerta de una casa una reunión de 5 o 6 negros con pinta de malotes. Yo, miro extrañado, buscando la puerta del restaurante. A continuación, veo que viene una ranchera en dirección contraria a la mía. Paro en un stop, la ranchera, frena en seco y se para justo a mi lado. El conductor es un negro enorme con un pañuelo negro en la cabeza. Baja la ventanilla, y se me queda mirando fijamente con cara de asesino. De repente recuerdo que ayer leí que San Luis, es, con diferencia, la ciudad con la tasa de crímenes más alta de Estados Unidos. El negro me sigue mirando. Yo, le miro con el
rabillo del ojo, y no sé si llorar o preguntarle como se llega al Roper´s Ribs. De repente, mi pie actúa más rápido que la cabeza, y pega un acelerón, que salgo de allí dejando una nube de humo negro. Creo que me he dejado media rueda. Estos coches automáticos, tienes que pisar el acelerador con mucho mimo a la salida, si no quieres que te chirrien las ruedas.
Con risa nerviosa, Montse y yo nos miramos, y nos preguntamos si el restaurante estará en este barrio. Por fin el navegador nos anuncia que hemos llegado a nuestro destino. Miramos extrañados a todos lados buscando el restaurante. No lo vemos, y resulta que lo teníamos a nuestro lado. Lo que ocurre, es que no lo habíamos reconocido como restaurante, ya que tenía pinta de todo menos de restaurante. Es un agujero nauseabundo. Parece una peluquería de los años 20 abandonada. Nisiquiera hay mesas, y los dos que ahí allí están comiendo de pie. Y encima está en el barrio chungo. Meto otro acelerón que me dejo la otra media rueda. En el coche se forma un silencio incómodo. Decidimos seguir camino, y parar en el primer sitio normal de San Luis que veamos, ya que si lo típico son las costillas, las tendrán buenas en todos lados. De repente, nos cruzamos de bruces con el cartelón de Illinois. Ya no hay más San Luis. Ya no hay costillas. El silencio, sólo es roto a veces por el rugir de nuestros estómagos, que lloran de pena, sabiendo que jamás probarán las costillas originales de San Luis. Y encima, no me he hecho la foto con el cartel de Illinois.



Por fin, encontramos un sitio donde poder comer. Un lugar llamado Blue Springs. Nos saciamos. No hay costillas, pero en estos momentos un escalope de ternera y un jamón dulce frito con patatas fritas y judías, nos sabe a gloria. Llevábamos casi 24 horas sin comer para hacerle sitio a las costillas. Por lo menos, nuestro estómago ha recuperado el espíritu de la cocina americana.







Comiendo este merenge, me acuerdo del Real Madrid, y me pregunto como quedaría el partido de ida de la supercopa. Lo consulto en internet y veo que el Madrid perdió 3-2. Hoy no es mi día.


Aviso en el surtidor sobre irse sin pagar la gasolina. En esta zona la cosa está muy seria.


De camino otra vez, pasamos por otro record Guiness: La cruz más grande de América.


Llegamos a Indiana, tierra natal de Michael Jackson. Esta vez sí que hay foto.



Pasamos por Indianápolis.




Ya en Ohio. Nos han vuelto a adelantar la hora. Hemos cambiado de zona horaria 6 veces en 2 semanas. Por suerte será la última vez en el viaje.



He ahí un hombre, a dos estados de distancia de San Luis y de sus aclamadas costillas.



8 comentarios:

  1. Jolines! Después de leer todo esta noche no duermo, me has dejado con el corazón en puño, y para colmo al final con la foto del hotel, me ha entrado un yuyu... no se si detrás de la ventana está Montse haciendo el chorra o es un poltergeist (o como se diga). Menos mal que mientras lo leía me quedaba la tranquilidad de saber que si lo estaba leyendo era porque al final estabais bien y no había pasado nada. Jeje Enrique, tu blog se supera cada día.

    Besos!

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  2. Jaja. La que hay detrás de la ventana es Montse. Aunque en estos hoteles en medio de la nada no me extrañaría que saliese un Poltergeist. La verdad es que al viajar a sitios que no conocemos de nada, nos estamos metiendo en situaciones muy comprometidas. Siempre vamos a parar a los peores barrios. Lo bueno es eso, que si lo escribo, es que hemos salido con vida.

    Un abrazo.

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  3. jolines.... me ha dado mucha pena leer lo acontecido con las costillas... estaba hasta yo salivando y para que? para nada! :O que mal.. lo siento mucho, chicos u.u


    acabo de ver a la tata en la ventana... XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

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  4. Jejeje menudos sitios. Lo bueno de ser turista es que tienes la impunidad de ir a todos sitios sin ser consciente de los peligros .

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  5. No os preocupeis cuando volvais siempre os quedará el Friday's para tomar unas ricas costillas. (Julio)

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  6. Esta noche me voy al Tony Roma´s en vuestro honor :-))))

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  7. Me parece que es lo que tendremos que hacer nosotros si queremos comer costillas.

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